Uso básico de la terminal en GNU/Linux (4) Mover, renombrar y borrar archivos y directorios

Arch Linux - Gnome Shell - Kitty - MOC Player

Entradas anteriores: (1) Introducción >>> (2) Los emuladores de terminal >>> (3) Cambiar de directorio y listar contenidos.

Tras haber aprendido cómo movernos por los diferentes directorios o carpetas de nuestro sistema, y cómo listar su contenido, en esta entrega aprenderemos unos cuantos modos básicos para manipular nuestros archivos y directorios: cambiarlos de localización (esto es, moverlos), renombrarlos y borrarlos.

Comenzamos por el comando mv, que es básicamente una utilidad capaz de renombrar la totalidad del nombre de un archivo o directorio. Nótese que esto incluye su ruta, con lo que, si renombramos dicha ruta, el archivo o directorio pasará a aparecer en la nueva ubicación, con lo que, de hecho, lo estaremos «moviendo». Veamos esto con ejemplos sencillos.

Para empezar, crearemos un archivo de texto que nos servirá de «conejillo de indias». Un modo simple de crear tales archivos, sin emplear un editor de texto como tal, es simplemente enviar la salida de un comando a un archivo de texto. Tan solo hay que escribir el comando, añadir «>» y el nombre que queramos ponerle al archivo. Por ejemplo:

$ ls -a > ejemplo.txt

Si a continuación volvemos a introducir ls, veremos que acaba de crearse un nuevo archivo con el nombre ejemplo.txt. Podemos explorar su contenido abriéndolo con un editor de texto, o bien usar cat para que lo imprima directamente en la terminal:

$ cat ejemplo.txt

En un archivo como este, puede quedar mejor que imprima el contenido en columnas. Así, usamos el comando column:

$ column ejemplo.txt

Veremos que, en vez de imprimir la salida del comando en la propia ventana de la terminal, lo ha hecho en el archivo de texto, algo que puede resultar útil si queremos guardar por ejemplo, un listado de los paquetes instalados en el sistema.

Vamos ahora a renombrar el archivo, sin cambiarlo de localización. Usamos el comando mencionado, mv. Su sintaxis es sencilla, mv <opciones> <fuente> <destino>:

$ mv ejemplo.txt lista_de_directorios.txt

Ahora, si volvemos a hacer un ls, veremos que ejemplo.txt ha «desaparecido» y en su lugar está lista_de_directorios.txt, que es en realidad el mismo archivo, pero renombrado.

Para mover el archivo a otro directorio, deberemos cambiar la ruta del mismo. Para este ejemplo vamos a crear un directorio nuevo, al que luego moveremos nuestro archivo de ejemplo:

$ mkdir fakedest

$ mv lista_de_directorios.txt ~/fakedest/

Podemos comprobar ahora que el archivo ha pasado de nuestro /home/<usuario> al interior de ~/fakedest:

$ cd fakedest

$ ls

Ahora veremos cómo borrar archivos y directorios, a través del comando rm. Es tan sencillo como escribir rm, más el nombre del archivo y directorio que queramos eliminar. ¡Cuidado! Si eliminamos un directorio no vacío de modo recursivo, también eliminaremos todo su contenido, así que sé cauto/a. Además, a diferencia de lo que ocurre cuando enviamos un archivo a la papelera, el borrado será prácticamente definitivo (aunque existen algunas herramientas para recuperar archivos borrados, pero no siempre funcionan). Así, como medida de precaución añadiremos -i para que nos pregunte si estamos seguros/as antes de borrar algo.

En fin, borramos ahora nuestros archivo y directorio «de prueba»:

$ rm -i lista_de_directorios.txt

$ cd ..

Si el directorio está vacío, podemos usar el comando rmdir:

$ rmdir fakedest

Si el directorio contiene archivos, y queremos borrar recursivamente dicho directorio y todos sus contenidos:

$ rm -ri fakedest

Y listo, un ls revelará que tanto archivo como directorio han desaparecido.

Siguiente entrega: algunas aplicaciones para CLI.

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